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A lo largo de todo 2024, Fundación Diagrama ha atendido a 35 personas con problemas de adicción de Melilla dentro del Programa de Actividades Físico-Deportivas para la Promoción de la Salud. Este proyecto, desarrollado en el Centro de Atención al Drogodependiente (CAD) de la ciudad autónoma, está financiado por la Consejería de Políticas Sociales, Salud Pública y Bienestar Animal del Gobierno melillense dentro de la convocatoria de subvenciones con fines de interés social con cargo a la asignación tributaria del IRPF.
Las acciones deportivas que se han llevado a cabo incluyen juegos tradicionales y culturales; ejercicios de fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad; ejercicios de higiene postural y de psicomotricidad; deportes colectivos como baloncesto, voleibol, fútbol o balonmano; deportes de implementos como tiro con arco, tenis de mesa o bádminton; expresión corporal; y deportes individuales que incluyeron distintas disciplinas de atletismo.
Los deportes colectivos sirvieron como vehículo de integración social, promoviendo valores como el respeto, la colaboración y la aceptación de normas. Los de implementos, por su parte, desarrollaron habilidades técnicas y sociales como la coordinación, la precisión y el control motor, además de fomentar la interacción social al requerir la colaboración en parejas o grupos pequeños. En cuanto a la higiene postural y psicomotricidad como base del bienestar físico, los ejercicios contribuyeron a mejorar la conciencia corporal, reducir tensiones físicas y adoptar hábitos saludables. El resto de actividades físicas fomentaron la autonomía y el control emocional, permitiendo a los usuarios y usuarias trabajar en sus capacidades individuales.
También se incorporaron charlas informativas como herramienta de sensibilización y aprendizaje, sesiones que han logrado informar y concienciar a las personas participantes sobre los beneficios del deporte para la salud física y emocional, así como sobre la importancia de un estilo de vida saludable. De esta manera, la combinación de charlas con actividades prácticas ha conseguido fortalecer la conexión entre el aprendizaje teórico y la aplicación directa; dinámicas especialmente relevantes para las 15 personas menores que participaron, que aprendieron a manejar emociones como la frustración y a aceptar las reglas de convivencia.
En conjunto, el enfoque educativo, físico y social del programa ha sido altamente efectivo para abordar los retos asociados a la drogodependencia, superando los objetivos establecidos y consolidándose como una herramienta clave en la rehabilitación integral de personas en situación de vulnerabilidad. En este sentido, les ha ayudado a establecer rutinas incompatibles con el consumo de sustancias y a fortalecer su compromiso con un estilo de vida activo. Además, el componente grupal de las dinámicas deportivas fue crucial para reforzar valores como el respeto, la cooperación y la disciplina, contribuyendo a crear redes de apoyo tanto dentro como fuera del programa y a que las personas usuarias se sientan aceptadas, valoradas y en conexión con su comunidad.
