A lo largo de los meses de otoño, Fundación Diagrama ha desarrollado el Programa de Prevención de la Violencia Sexual en Adolescentes en cuatro institutos de Educación Secundaria de las provincias de Segovia (los IES Giner de los Ríos y Peñalara) y Valladolid (los IES Ramón y Cajal y Arca Real), impartiendo sus contenidos a más de 250 estudiantes de 4º de la ESO. Este proyecto cuenta con la subvención de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades del Gobierno de Castilla y León.
El programa consta de tres módulos (educación afectivo-sexual, género y violencia sexual y competencias psicosociales) que buscan sensibilizar y concienciar a la población joven sobre la importancia de la igualdad, previniendo comportamientos de agresión sexual y desarrollando las habilidades necesarias para establecer relaciones afectivas positivas e igualitarias.
En la primera sesión, centrada en educación afectivo-sexual, los chicos y chicas elaboran una definición de sexualidad con conceptos relacionados con el placer, las emociones y los riesgos. Posteriormente, mediante un juego de verdadero o falso, se desmontan diferentes mitos sobre cómo viven hombres y mujeres estas experiencias. La segunda sesión formativa giró en torno a la diversidad, aclarando conceptos sobre identidad de género y orientación sexual, además de definir qué es la violencia sexual cómo se manifiesta para ayudar a las personas jóvenes a identificarlas. En el último módulo se realizó una dinámica de conversaciones de pareja por móvil que muestran signos de control, aislamiento, presión e intimidación. Esto se utilizó para hablar sobre la construcción de relaciones igualitarias, basadas en la confianza y en el respeto mutuo en lugar de un ideal de amor romántico que no es real ni saludable.
Con este tipo de actividades se fomenta la educación de la juventud en valores de igualdad, empatía, responsabilidad y convivencia pacífica, sensibilizándoles sobre la problemática de la violencia sexual y cómo afecta nocivamente tanto a las parejas como a la sociedad en su conjunto. En este sentido, se les ha hecho partícipes del cambio, formándoles para que tengan las habilidades con las que detectar y afrontar comportamientos abusivos y para que vean las relaciones afectivas como una forma de desarrollo personal y emocional, no como una dinámica de poder. Tanto padres y madres como alumnado y profesorado han recibido muy bien estas sesiones, que se espera poder repetir en otros centros educativos.