Hablamos con José María García, profesional de la Residencia Socioeducativa ‘Pi Gros’ de Castellón de la Plana, recurso de titularidad de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana y gestionado por Fundación Diagrama a través de un contrato de gestión integral, acerca de su día a día en el recurso, su experiencia en el pasado como jugador de baloncesto profesional y la importancia del deporte en el desarrollo social de las personas menores atendidas.
¿Cómo fue tu salto del mundo del deporte al de educador en ‘Pi Gros’?
Fue bastante fácil. Como jugador del TAU Castelló vinimos en varias ocasiones a la residencia para hacer entrenamientos con los chicos y chicas y siempre me iba con la sensación de que quería volver y enseñarles los valores de este deporte, ya que, además, existe un convenio de colaboración entre el equipo y la Fundación para realizar distintas actuaciones con los y las jóvenes del recurso de cara a favorecer su inserción social.
¿Qué recuerdos tienes de los primeros días en el recurso?
Pues fue muy emocionante, ya que los usuarios y usuarias salían expectantes y con mucha ilusión por ver cómo se realizaría la actividad. La verdad es que me sorprendió muchísimo cómo se implicaron en cada uno de los ejercicios y, a día de hoy, lo siguen haciendo.
¿Cómo es la labor que desarrollas con los usuarios y usuarias?
Hago las mismas funciones que cualquier otro educador de la residencia, pero además desarrollo la actividad deportiva (baloncesto) con la que disfruto muchísimo.
¿Qué valores relacionados con el baloncesto consideras que pueden influir de una manera más positiva en el desarrollo social del grupo de jóvenes?
Creo que el valor fundamental es el respeto, es lo que da sentido al resto. El respeto hacia el compañero o compañera, hacia el material deportivo e incluso hacia ellos mismos. Otro de los valores que también se promueven es el trabajo en equipo, un factor tan necesario en nuestra sociedad para conseguir casi cualquier cosa que te propongas. El esfuerzo por superarse cada día está presente también en todos los entrenamientos. La humildad, pues cada persona somos lo que somos, ni mejores ni peores que el resto. La confianza a nivel individual y en el equipo. Y el compañerismo, que queda reflejado en los ánimos hacia los compañeros y compañeras de equipo tanto en situaciones buenas como en las que no lo son tanto.
¿Qué importancia tiene la práctica deportiva en el día a día de las personas atendidas en ‘Pi Gros’?
Está demostrado que el deporte tiene numerosos beneficios para el bienestar físico y psicológico de las personas. En algunas ocasiones, algún menor de la residencia me ha llegado incluso a decir que ha conseguido olvidar sus problemas durante el tiempo de actividad. Creo que ven en el deporte su momento de desconexión y tenemos que ser conscientes de lo importante que es.
Más allá de lo físico, ¿en qué aspectos psicológicos y sociales haces mayor hincapié con los y las jóvenes del centro?
Les intento transmitir lo maravilloso que es el deporte a muchos niveles y que la gente de alrededor suele tenderte una mano cuando las cosas no van como desearías. En este caso es el equipo quien desempeña este papel. Además, intento que se den cuenta de que pueden conseguir cualquier cosa que se propongan.
Hasta ahora, ¿cuáles son las lecciones humanas más importantes que has obtenido con tu experiencia en ‘Pi Gros’?
Me quedo con la ilusión, la motivación y el empeño que, a pesar de sus circunstancias, muestran cada día por mejorar e intentar hacer las cosas bien.
A un nivel más personal, ¿qué aprendes de los jóvenes con los que trabajas en la Residencia?
En cualquier interacción social todos salimos beneficiados y este no es un caso diferente. Me enseñan día a día a ser más paciente, entender diferentes puntos de vista y comprender situaciones y estilos de vida muy distintos al mío, ya que las circunstancias y las experiencias que vive cada persona a lo largo de su vida marcan y determinan actitudes, comportamientos y carácter.
Para todas aquellas personas que no conozcan el proyecto Avancem Junts, ¿cómo nace y en qué consiste esta iniciativa?
En la residencia se desarrollaba el baloncesto como actividad deportiva principal y colaboraba con el equipo de baloncesto de la ciudad de Castellón. De ahí surgió la idea de crear un equipo formado por profesionales y jóvenes de la Residencia, al que se le dio el nombre de Avancem Junts, y que participa en la liga local de baloncesto de Castellón. Los partidos se celebran en distintos pabellones de la ciudad, lo que posibilita además que los jóvenes conozcan espacios públicos en los que pueden organizar su tiempo de ocio de forma prosocial. Esta dinámica ha provocado que, en alguna ocasión, jóvenes que finalizan su periodo de internamiento muestren interés en continuar participando en los partidos, lo que ejemplifica la vinculación que genera esta actividad.