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150 reclusas participan en el Programa de Intervención con Mujeres con Problemas de Adicción desde la Perspectiva de Género durante 2024

Las personas con problemas de adicción se encuentran con muchas dificultades y retos más allá de su proceso de deshabituación de las drogas: el miedo, la falta de autoestima, la soledad, la inseguridad, las ganas de huir de responsabilidades, etc. Algunos de estos factores están relacionados directamente con el género, ya que la realidad a la que se enfrentan las mujeres con problemas de adicción es muy distinta a la de los hombres. Las cargas familiares y económicas, las expectativas sociales o el acceso a recursos de apoyo son algunos aspectos a tener en cuenta, que se amplían y agravan en el caso de las mujeres reclusas.

Para hacer frente a las necesidades de este colectivo, Fundación Diagrama ha desarrollado el Programa de Intervención con Mujeres con Problemas de Adicción desde la Perspectiva de Género, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 con cargo a la asignación tributaria del IRPF. Durante 2024, el programa ha permitido atender a un total de 150 mujeres reclusas en centros penitenciarios de Valencia (C.P. Antoni Asunción Hernández), Castellón (C.P. Castellón I), Alicante (C.P. Alicante II), Murcia (C.P. Murcia II), Sevilla (C.P. Sevilla I) y A Coruña (C.P. Teixeiro). 

El programa se ha estructurado en cuatro bloques de contenido con 16 sesiones en total, un conjunto de acciones dirigidas a intervenir en las áreas psicoeducativa, personal, psicosocial y relacional, que se complementan con un seguimiento y acompañamiento continuos.

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Programa de Intervención Hijos e Hijas de Mujeres Víctimas Viogen

Los resultados obtenidos han sido muy positivos, ya que el 86,6% de las usuarias que finalizaron el programa aumentan su predisposición al cambio en relación a sus adicciones, reconociendo prácticamente todas ellas (97,3%) las características de las conductas adictivas. Asimismo, un 75,5% refleja una actitud más favorable hacia la igualdad de género, y un 82% aprende a detectar mejor las actitudes sexistas, tanto si son benévolas como si son hostiles. Por último, cabe destacar que el 95% de las mujeres aprende estrategias de afrontamiento en relación al doble estigma social que sufren.

Estos valores reflejan la relevancia presente y futura de la implementación y desarrollo de este programa en la población penitenciaria femenina, pues permite dotar a las mujeres reclusas de las herramientas necesarias para prevenir y evitar conductas adictivas y para afrontar las dificultades específicas que conllevan.