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La coordinadora de la Red de Violencia de Género de Cantabria participa en una sesión formativa del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla

Reconocer y abordar las diferencias biológicas, sociales y culturales entre mujeres y hombres en relación con la salud y la enfermedad significa incluir la perspectiva de género en el ámbito sanitario, y dentro de esto, es fundamental atender a la relación entre violencia y salud. En concreto, las consecuencias negativas de la violencia de género sobre la salud pueden tener distinta gravedad y duración, abarcando desde la depresión, el trastorno postraumático y los problemas de salud mental a lesiones que producen discapacidad física, embarazos no deseados, abortos, infecciones de transmisión sexual, etc.

Para tratar todos estos temas, el pasado 10 de febrero, la Unidad de Trabajo Social del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander (HUMV) organizó una sesión formativa que fue impartida por Anabel Perales, coordinadora de la Red de Atención a Víctimas de Violencia de Género que Fundación Diagrama gestiona en Cantabria, dependiente de la Dirección General de Inclusión Social, Familias e Igualdad del Gobierno cántabro.

En este encuentro, que también contó con la participación de trabajadoras del Sistema de Salud de Cantabria, se analizó el nivel de atención básica y general para la violencia contra las mujeres, abarcando las áreas de medicina, trabajo social y psicología, así como el ámbito jurídico. Durante su exposición, Perales explicó los distintos recursos y servicios, tanto ambulatorios como residenciales, con los que se trabaja dentro de la Red.

Las profesionales participantes valoraron muy positivamente la explicación de los recursos y herramientas de los que se disponen para seguir atendiendo a las víctimas de violencia de género fuera de su propio ámbito. Durante la sesión mostraron un gran interés y participaron activamente, exponiendo dudas y aportando reflexiones sobre el abordaje de la violencia de género en el terreno sanitario; acciones que han permitido favorecer y reforzar el trabajo en red entre profesionales y recursos que abordan la violencia de género.