Un grupo de menores atendidos en el centro de primera acogida ‘El Acebo’, dependiente del Instituto Cántabro de Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria y gestionado por Fundación Diagrama, participaron en una salida lúdico-educativa a caballo por las marismas del Joyel y la localidad de Laredo en la que pudieron conocer el entorno natural y las tradiciones de esta zona de la costa cantábrica.
El pasado 3 de abril, un grupo de 13 menores del centro de acogida ‘El Acebo’, situado en Santander (Cantabria), participaron junto a sus educadores en una actividad de ocio saludable en la que aprendieron a montar a caballo y recorrieron distintos parajes de la costa de esta comunidad autónoma. La salida educativa comenzó con un recorrido por el litoral cercano a Laredo, tras lo cual se dirigieron a un centro ecuestre de esta localidad, en el que les facilitaron varios caballos con los que pudieron pasear durante una hora por la playa de Salvé. Para muchos de los jóvenes, esta fue su primera experiencia con los equinos, por lo que tuvieron que aprender las nociones básicas de la monta, pero todos por igual disfrutaron de la actividad.
A continuación, los menores visitaron el pueblo de Santoña, en el que pudieron conocer de la mano de sus educadores la dilatada tradición pesquera característica de esta localidad. Después de comer y de dar un paseo por las calles y el puerto, el grupo se trasladó hasta la playa del Ris, en el municipio de Noja, donde jugaron un partido de fútbol-playa. Para concluir el día, los jóvenes recorrieron el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, donde se sorprendieron al observar la peculiar orografía de estos parajes y comprobar la abundancia y variedad de la flora y fauna que pueblan el parque, especialmente las aves.
Con este tipo de salidas educativas, los profesionales de Fundación Diagrama buscan poner en contacto con la naturaleza a los menores atendidos, fomentando el respeto hacia el medio ambiente y el cuidado de los animales, además de mostrarles el entorno cultural de Cantabria. Asimismo, la convivencia entre los jóvenes y los educadores sirve para estrechar los lazos de confianza y colaboración, y les ofrece alternativas saludables de ocio y tiempo libre. En este sentido, los chicos que participaron en esta actividad se mostraron satisfechos con la visita y expresaron su interés en realizar más salidas por los parajes naturales de la zona.