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Comienza en Cantabria una nueva edición del Proyecto Senda de Participación Familiar

El pasado 25 de octubre dio comienzo en Cantabria la edición 2012-2013 del programa Senda, desarrollado por Fundación Diagrama con la financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En este encuentro intervinieron varios padres y madres cuyos hijos son atendidos en el Centro Socioeducativo Juvenil de Cantabria, en Maliaño de Camargo, dependiente de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno de esta comunidad y gestionado por la Fundación.

La nueva edición del Proyecto Senda de Participación Familiar, que Fundación Diagrama desarrolla desde hace años en los centros de ejecución de medidas judiciales que gestiona, fue inaugurada en octubre en el Centro Socioeducativo Juvenil de Cantabria con una reunión en la que intervinieron familiares de los menores atendidos en este recurso. Este programa tiene como objetivo crear un espacio para orientar a los padres y madres en la búsqueda de posibles soluciones a las cuestiones más comunes que se plantean en la convivencia con los jóvenes, atendiendo a los principales asuntos que les preocupan y a los patrones de conducta que pueden transmitir a sus hijos.

En cada encuentro se aborda un tema principal y se realizan diferentes dinámicas de participación y reflexión, en las que la experiencia de cada familia, sumada al aporte de los profesionales, sirve de base para la búsqueda de respuestas adecuadas. De esta forma, se proporcionan técnicas y herramientas a los familiares para desenvolverse de manera más equilibrada en el ámbito doméstico, se les facilita información de interés para su vida familiar y se les brinda un lugar donde sentirse escuchados, facilitando la confianza necesaria entre la familia, el menor y los profesionales implicados en la educación de los jóvenes.

Mediante el programa Senda también se pretende reducir la percepción de aislamiento social que puedan manifestar algunos de estos padres y familias, estableciendo contacto tanto con el equipo educativo de los centros como con familiares de otros menores, con los que pueden compartir inquietudes y experiencias comunes. Esto les ofrece la oportunidad de encontrar apoyo en un grupo basado en la igualdad y la reciprocidad, y así facilitar un proceso de cambio y crecimiento personal.