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La Organización Internacional del Trabajo instituyó este Día en 2002 como forma de poner de relieve la grave situación de los niños expuestos a las peores formas de trabajo infantil, como el realizado en entornos peligrosos, la esclavitud u otras formas de trabajo forzoso. El tema de este año centra la lucha y la concienciación social en la explotación infantil en el trabajo doméstico.
Las Conferencias Internacionales de Ámsterdam y Oslo de 1997, que giraban en torno al trabajo infantil, señalaron la necesidad de prestar atención urgentemente y poner en marcha una acción mundial concertada para poner fin a la explotación infantil. En este sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el Día Mundial contra el Trabajo Infantil en 2002 como forma de poner de relieve la grave situación de esos niños, ejerciendo de catalizador del movimiento mundial contra este problema, reflejado en el gran número de ratificaciones del Convenio de la OIT nº 182 sobre las peores formas de trabajo infantil y el Convenio nº 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo.
En todo el mundo, y en franca violación de los derechos de la infancia, cientos de miles de niñas y niños realizan trabajos que los privan de la educación, la salud, el tiempo de ocio y las libertades elementales. De estos niños, más de la mitad están expuestos a las peores formas de explotación infantil, como los entornos peligrosos, la esclavitud o actividades ilícitas como el tráfico de estupefacientes y la prostitución, así como la participación en conflictos armados.
En 2013, la OIT celebra este Día haciendo hincapié en la difícil situación de los 10 millones de niños en todo el mundo que son explotados como trabajadores domésticos. Estos niños son particularmente vulnerables, ya que el trabajo que realizan a menudo está oculto a los ojos del público, están aislados o trabajan muy lejos del hogar familiar. El Día Mundial busca impulsar iniciativas que garanticen la eliminación del trabajo infantil doméstico; la ratificación por los Estados Miembros de los convenios; y la toma de medidas para permitir a las organizaciones laborales abordar esta cuestión.
Fundación Diagrama se une a las reivindicaciones de esta fecha como parte de su compromiso con la educación de los menores y el respeto a sus derechos y libertades, que se refleja en una larga trayectoria gestionando centros, programas y proyectos orientados a facilitar las herramientas más adecuadas y eficaces para que los jóvenes puedan integrarse socialmente y desarrollarse personal y emocionalmente. Una de las piezas clave para cumplir esta misión es el trabajo que se realiza con chicos y chicas que se encuentran en riesgo o situación de desprotección o exclusión social, con los que se realiza una labor de acogimiento y formación que ayuda a evitar que sean víctimas de explotación.
En este sentido, también destacan diversos proyectos de cooperación para el desarrollo que la entidad lleva a cabo en África y Latinoamérica, que buscan implantar e impulsar mecanismos que posibiliten la protección e inserción social de los menores más vulnerables, así como atender sus necesidades básicas.