Fundación Diagrama ha llevado a cabo a lo largo del año 2023 un Estudio de factores asociados a la institucionalización infantil en el Sistema de Protección e identificación de buenas prácticas para su prevención, financiado por la Dirección General de Derechos de la Infancia y de la Adolescencia del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, dentro de la convocatoria de subvenciones con fines de interés social con cargo a la asignación tributaria del IRPF. La investigación, en la que han participado 50 jóvenes y 91 profesionales de 12 hogares de acogida que la Fundación gestiona en Comunitat Valenciana (‘Sant Sebastià’ y ‘La Pobla’), Galicia (‘Montealegre’), La Rioja (‘Iregua’, ‘Oja’, ‘Najerilla’, ‘Tirón’, ‘Labradores I y II’ y ‘Calvo Sotelo’), Madrid (‘Usera’) y la Región de Murcia (‘Arrui’), ha tenido como objetivo identificar buenas prácticas que contribuyan a reducir la estancia de niños, niñas y adolescentes en este tipo de recursos y a garantizar el éxito de la intervención en este ámbito.
Analizando cerca de 60 expedientes, se ha comprobado que el 71% de los éxitos logrados en la intervención derivan de que las personas jóvenes hayan alcanzado los objetivos planteados en su proyecto educativo individualizado. Los recursos más eficaces para lograr este éxito son el contacto con la familia de origen (89%), la ausencia de necesidades educativas especiales (82%), la realización de actividades en la comunidad y la intervención con la familia desde Servicios Sociales (73% en ambos casos).
Los cuestionarios a profesionales han servido para determinar buenas prácticas en el ámbito de la protección, destacando especialmente la detección temprana de situaciones de riesgo como forma de reducir la institucionalización (72,5%) y el apoyo profesional comunitario a la familia de origen como herramienta para reducir el periodo de estancia de niños, niñas y adolescentes en recursos residenciales (70%). Por su parte, las mayores dificultades (61,5% en ambos casos) se encuentran en el diagnóstico y las derivaciones erróneas, que influyen en la cronificación de las estancias; y la falta de unidades familiares que acojan a jóvenes con problemas conductuales o de discapacidad, que limitan la puesta en marcha de modelos alternativos al acogimiento residencial.
En cuanto a los aspectos positivos del acogimiento residencial, obtenidos a través de grupos de discusión con población joven, destacan el apoyo del personal educativo (86%), la visión del recurso como un hogar (43%) y el vínculo con otros chicos y chicas (28,5%). Según indican las personas jóvenes, su centro ideal sería aquél en el que existiera más privacidad, respeto a la intimidad y habitación propia, así como mayor flexibilidad en las normas y autonomía en las salidas y visitas.
Todos los resultados se pueden consultar en la infografía adjunta.