Los menores del centro ‘Els Reiets’ de Alicante elaboran los ninots infantiles de las hogueras de San Juan en Elche y Alicante

El pasado 21 de junio tuvo lugar la tradicional ‘plantà’ de las hogueras de San Juan en la provincia de Alicante, y dos de los ninots infantiles que ocuparon las calles de Elche y Alicante fueron realizados por los jóvenes del centro de reeducación ‘Els Reiets’. Un total de 20 menores se encargaron del diseño y elaboración de estas figuras como parte de un taller artesanal organizado por los profesionales de Fundación Diagrama, que lleva celebrándose desde hace varios años. El resultado de su labor pudo verse en el barrio de San Juan de Elche, donde es el tercer año consecutivo que los chicos del centro se encargan de la única falla infantil de esta zona; y en el barrio Ciudad de Asís de Alicante, en el que plantaron sus ninots por primer año. La ‘plantà’ se llevó a cabo por encargo de las comisiones de vecinos y de hogueras de estos barrios y de la Concejalía de Transportes y Festejos del Ayuntamiento de Elche.

En el curso de elaboración de ninots, impartido por maestros en este oficio y coordinado por los educadores del centro, los jóvenes de ‘Els Reiets’ realizaron en primer lugar los bocetos de las fallas. Posteriormente construyeron las estructuras de madera que servirían de sostén a las figuras, y moldearon el corcho para dar forma a los ninots, ensamblando tras ello ambas partes. A continuación, lijaron las superficies para que quedasen lisas y las pintaron con gotelé, volviendo a lijarlas una vez secas para eliminar imperfecciones. Tras esto, pintaron las figuras con su aspecto definitivo. El día de la ‘plantà’, las fallas se trasladaron al lugar donde fueron expuestas y se montaron, dando los últimos retoques. El día 24, como es tradición, los ninots se quemaron en las hogueras. La temática elegida por los menores este año fue la promoción de la lectura y sus beneficios (para la falla ilicitana) y el contraste entre los nuevos modos de ocio de la juventud como consolas y móviles, frente a los clásicos como balones y peonzas (para la falla alicantina).

Esta actividad sirvió para que los menores conociesen mejor la cultura alicantina y desarrollasen su creatividad y sus habilidades. Asimismo, se reforzaron la capacidad de esfuerzo, la organización y el trabajo en equipo para lograr unos objetivos que al principio no se creían capaces de llevar a cabo con éxito, pero que finalmente les hicieron sentirse orgullosos. En este sentido, el reconocimiento obtenido por parte de educadores, administraciones y público en general por la gran labor realizada les permitió mejorar su autoestima y avanzar en su proceso de integración social.