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El pasado 4 de mayo, el Parque de la Oromana de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) acogió el I Cross ‘Cambio de Marcha’. Cerca de 400 personas participaron en esta carrera popular, organizada por Fundación Diagrama y nacida de la iniciativa de un grupo de profesionales de los centros ‘La Jara’, ‘El Limonar’ (Alcalá de Guadaíra) y ‘Los Alcores’ (Carmona) que forman parte del Club de Atletismo ‘Cambio de Marcha’.
Varios menores y educadores de estos centros gestionados por la Fundación, en dependencia de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, tomaron parte en la prueba deportiva. Algunos de ellos lo hicieron como corredores, dentro de las actividades de promoción del deporte y los hábitos de vida saludables que forman parte del programa socioeducativo de estos centros de reeducación. Otros actuaron como voluntarios, junto a miembros de otras asociaciones de la zona que cooperaron de forma desinteresada, para ayudar en la organización y desarrollo de la carrera y atender los puntos de avituallamiento del recorrido.
La organización de esta prueba deportiva contó con la colaboración de la Consejería de Justicia e Interior, la Diputación de Sevilla y el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira, así como con el apoyo de diversas empresas y entidades nacionales y locales, como Fagar, Fundación Barclays, Burrita Bike, Emotion Running, Leroy Merlín, Eroski, Carrefour, Sprinter, Pan Bono Galindo, Cafetería Café de Indias, Cafetería Iliundain, Hermanos Torres y el Club de Tenis Oromana.
Una vez finalizada la marcha tuvo lugar la entrega de trofeos, presidida por la delegada de Juventud, Deportes, Recursos Humanos, Formación y Empleo del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, Gloria Marín; la delegada de Gobernación, Vivienda y Servicios Sociales, María Dolores Gutiérrez; la delegada de Igualdad, Consumo y Voluntariado, Ana Vannereau; y la delegada de Comercio, Pilar Benítez.
Esta carrera sirvió para promover actividades de ocio saludable y valores como el esfuerzo, el compañerismo y la constancia entre los menores atendidos en los centros. Además, se fomentaron principios como la colaboración, el altruismo y la ayuda al prójimo entre los jóvenes que actuaron como voluntarios. La prueba supuso asimismo una oportunidad para que los menores se relacionasen con otras personas en un entorno saludable, mejorando su autoestima y reforzando su proceso de integración social.
