Un grupo de jóvenes atendidos en el centro de reeducación ‘Pi i Margall’, dependiente de la Conselleria de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana y gestionado por Fundación Diagrama, visitó las instalaciones del Museo del Gremio del Artista Fallero, donde aprendieron la historia de las Fallas y observaron el trabajo que se realiza en los talleres a la hora de elaborar estas figuras.
El pasado 11 de marzo, seis menores atendidos en el centro ‘Pi i Margall’ de Burjassot (Valencia) visitaron junto a sus educadores el Museo del Gremio del Artista Fallero, situado en la capital provincial. Durante esta actividad pudieron aprender cómo se realizan los populares ‘ninots’, además de ampliar sus conocimientos sobre la historia de las Fallas, la fiesta más emblemática de la Comunidad Valenciana. El objetivo de esta salida educativa es poner en contacto a los chicos y chicas con la cultura y tradiciones de su lugar de residencia, así como complementar el Taller de Fallas que se realiza periódicamente en el centro.
Durante la visita al Museo, un guía explicó a los menores el proceso de creación de una falla: los primeros bocetos a lápiz, la creación de la maqueta, el diseño de ‘parots’, el uso de diferentes materiales para conformar las figuras a tamaño real… Además, hizo un repaso histórico por la evolución de los talleres falleros y las técnicas utilizadas para la realización de estas figuras. La visita continuó por la exposición de los ‘ninots’ que han sido indultados por su calidad u originalidad a lo largo de décadas, quedando exentas de arder en las hogueras la noche de cada 19 de marzo. Varios de los menores mostraron su interés por trabajar en un taller fallero, ya que se abarcan diversos ámbitos profesionales, desde la pintura hasta la escultura, pasando por la carpintería. En este sentido, el guía les comentó que en el propio Museo se imparte un Ciclo de Grado Medio de Artista Fallero que ofrece una posible salida profesional para muchos jóvenes.
Para finalizar la jornada, los menores visitaron a algunos artistas falleros que en ese momento estaban trabajando en sus talleres, dando los últimos retoques a las fallas que pudieron verse este año en la ciudad. El grupo se detuvo sobre todo en el taller de José Puche, uno de los artistas falleros más valorados, que mostró a los jóvenes cómo retocaba una figura con pinturas al óleo. Como obsequio por la visita, el Museo regaló a los educadores un libro con la historia de las Fallas y una revista con las figuras expuestas durante las fiestas de 2013.
Esta actividad sirvió para que los jóvenes valorasen los aspectos más importantes del oficio de artista fallero, como la dedicación, la precisión en los detalles, el esfuerzo, los conocimientos técnicos y la creatividad, pudiendo contemplar este empleo como una posible salida profesional.