Cada país, región y localidad experimenta a día de hoy diferentes problemas y retos a nivel medioambiental, un panorama que reclama medidas y esfuerzos que reduzcan los riesgos para el entorno natural y ayuden a recuperar los ecosistemas. Así lo hicieron, el pasado 30 de marzo, tres personas atendidas en el centro educativo juvenil ‘La Cañada’ de Fernán Caballero (Ciudad Real), que participaron junto a uno de sus educadores en una acción de voluntariado para la reforestación del Parque Forestal La Atalaya. ‘La Cañada’ es un recurso socioeducativo gestionado por Fundación Diagrama y dependiente de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Castilla-La Mancha.
La iniciativa fue organizada por la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), organización sin ánimo de lucro que trabaja para la conservación y recuperación de los bosques autóctonos en la provincia de Ciudad Real, que lleva a cabo diversas acciones de reforestación, talleres y campañas de sensibilización para promover la protección del medio ambiente y fomentar el respeto por la naturaleza. El objetivo de la jornada fue recuperar la vegetación autóctona de la zona, concretamente las encinas, una especie emblemática del paisaje mediterráneo que juega un papel crucial en el equilibrio ecológico de la región, y que ha sufrido un importante deterioro en los últimos años.

Así, el grupo de jóvenes de ‘La Cañada’ se unió a vecinos y vecinas de la zona y otros amantes de la naturaleza para participar en la limpieza y reforestación de los terrenos del antiguo hospital psiquiátrico en el Parque Forestal de La Atalaya. El trabajo de voluntariado trató de reverdecer los terrenos y devolver al lugar parte de su esplendor, y para ello, les fueron proporcionadas las herramientas y las plantas necesarias, así como las instrucciones para llevar a cabo la plantación correctamente.
Desde ‘La Cañada’, la participación de los chicos y chicas jóvenes se enmarca dentro de las iniciativas de educación medioambiental desarrolladas en su proyecto de desarrollo personal, buscando fomentar de esta forma la concienciación ecológica y la responsabilidad social, así como valores de altruismo, trabajo en equipo y compromiso con el entorno natural. Además, las acciones de voluntariado ayudan a las personas atendidas a integrarse en su comunidad y a compartir una labor social con otros voluntarios y voluntarias que suponen un ejemplo positivo para las personas jóvenes.