Natalia García es licenciada en Criminología por la Universidad de Alicante, máster en Metodología de las Ciencias del Comportamiento y de la Salud por la UNED y doctora en Criminología por la Universidad de Murcia. Desde 2007 ha acumulado una amplia experiencia investigadora en campos como el acoso escolar, el ciberacoso, la delincuencia juvenil, las bandas juveniles y la evaluación del riesgo de reincidencia, entre otros. Entró a formar parte del equipo humano de Fundación Diagrama en 2014, desarrollando su actividad profesional principalmente en el ámbito de la justicia juvenil, hasta que en 2021 se hizo cargo del Departamento de Investigación y Desarrollo de la Fundación.
¿Cuáles son las principales labores que se llevan a cabo en el Departamento de Investigación y Desarrollo?
Una gran parte de nuestra actividad se centra en el desarrollo de la parte técnica de los proyectos europeos en los que participa Fundación Diagrama, desde la preparación de propuestas de proyectos hasta la ejecución y justificación cuando son concedidos. Fundación Diagrama lleva participando en este tipo de investigaciones casi desde sus inicios, sumando ya más de 45 proyectos. Muchos de ellos están centrados en el ámbito de la justicia juvenil, pero también en otros temas de interés para la Fundación, como por ejemplo la inserción sociolaboral de personas en dificultad social, la prevención del consumo de drogas, la formación para profesionales que trabajan con personas con trastorno mental grave, etc.
¿Qué proyectos europeos se están desarrollando actualmente?
Actualmente estamos implementando cinco proyectos, de los cuales en dos participamos como entidad coordinadora: #PreventGBV y UpFamilies. El proyecto #PreventGBV tiene como objetivo prevenir la ciberviolencia de género en jóvenes en conflicto con la ley, mientras que el objetivo del proyecto UpFamilies es facilitar a las familias de personas privadas de libertad, a través de una aplicación móvil desarrollada en el marco del proyecto, una guía de servicios que puedan ayudarles a afrontar el impacto de la privación de libertad.
Los otros tres proyectos en los que participamos como entidad socia son el proyecto VOICE, que busca fomentar la participación de jóvenes en conflicto con la ley en las políticas europeas; el proyecto ActiveGames4Change, que se centra en la incorporación del deporte y la actividad física en los centros de internamiento y de medio abierto, en un esfuerzo por promover la salud física y mental y el bienestar de la población joven atendida, así como fortalecer su proceso de rehabilitación; y el proyecto E-PROFID, que tiene como objetivo la capacitación digital de profesionales del sector de atención social para que puedan formar en el manejo de herramientas digitales a las personas bajo su cuidado.
¿Qué aplicación práctica tienen los resultados obtenidos con estos proyectos para las distintas áreas de intervención de la Fundación?
Siempre procuramos involucrarnos en proyectos que nos permitan obtener conocimientos o materiales útiles para mejorar la atención que prestamos a las personas que se encuentran en dificultad o riesgo social. Y lo hacemos de muchas formas, como por ejemplo, creando nuevas herramientas, probando metodologías desarrolladas en otros países, desarrollando materiales formativos, impartiendo formación a nuestro personal, facilitando el intercambio de buenas prácticas, etc. Tratamos de buscar respuestas innovadoras a las necesidades de los colectivos a los que atendemos.
Otro elemento fundamental de vuestra labor es el trabajo en red. ¿Hasta qué punto es importante la colaboración entre entidades a la hora de alcanzar los objetivos?
Muchos de los proyectos en los que trabajamos están basados en la idea de intercambiar buenas prácticas, pero no solo en el sentido de aprender del trabajo que realizan otras entidades de diferentes países o que otras entidades aprendan de nosotros: también de generar nuevos conocimientos a partir de la cooperación internacional entre organizaciones que no siempre tienen que ser del mismo ámbito. Es muy enriquecedor que organizaciones de diferentes sectores, como pueden ser ONG, universidades, empresas, administraciones públicas, redes, etc., aporten su experiencia y conocimiento para desarrollar una herramienta.
¿Qué tipo de actuaciones e iniciativas esperáis desarrollar de cara al futuro?
Esperamos seguir desarrollando proyectos que sirvan para abordar los nuevos desafíos sociales que van surgiendo. La sociedad va cambiando y con ella las necesidades de las personas a las que atendemos, por lo que es importante estar continuamente formándonos, investigando, adaptando nuestros proyectos a la realidad y previendo hacia dónde debemos encaminar nuestros esfuerzos para mejorar nuestra eficacia.
¿Cómo recuerdas el momento en el que comenzaste a trabajar en Fundación Diagrama?
Lo recuerdo con mucho cariño. Fue un cambio importante, venía de un ámbito distinto, con la incertidumbre de no saber realmente qué me esperaba, pero con la ilusión de afrontar nuevos restos. Desde el inicio todo fue muy fácil. Tuve una acogida muy buena por parte de mis compañeras, a las que siempre les estaré agradecida por cómo me trataron, por la paciencia y dedicación para explicarme cada una de las tareas que teníamos que desarrollar y por hacerme sentir parte del equipo desde el primer minuto.
¿Qué es lo más satisfactorio de tu trabajo?
Una de las cosas que más me gusta de mi trabajo es que realizamos actividades muy diferentes. Todos los proyectos, aunque tienen elementos comunes, son muy diferentes. Esto me ha permitido trabajar con muchas compañeras y compañeros de la Fundación, pero también con profesionales de entidades de otros países que también trabajan para mejorar la situación de personas en dificultad social. Y esto es lo que más me satisface: pensar que nuestro trabajo al final puede mejorar la situación de muchas personas.
Por último, ¿qué ha supuesto Fundación Diagrama en tu vida?
Fundación Diagrama me ha permitido no solamente desarrollar mi carrera profesional y trabajar con grandes profesionales, sino también hacer muy buenos amigos.