El yoga sensible al trauma ayuda a las personas a sentirse cómodas y seguras con su cuerpo, reforzando la capacidad interna de autoconciencia y autorregulación emocional. En este sentido, las mujeres víctimas de agresión sexual o de género presentan a menudo síntomas de desconexión de su cuerpo y del momento presente, por lo que este método resulta un complemento muy útil a la intervención psicológica que se hace en el Centro de Información y Atención Integral (CIAI) de Santander. Este recurso gestionado por Fundación Diagrama está dentro de la Red de Atención a Víctimas de Violencia de Género de Cantabria, dependiente de la Dirección General de Inclusión Social, Familias e Igualdad del Gobierno cántabro.
Un total de 20 mujeres atendidas en el CIAI han participado este último mes en un taller de yoga sensible al trauma impartido por la profesora Sonia Gómez. En las dos sesiones realizadas, cada una con 10 participantes, las usuarias han realizado ejercicios de meditación, práctica de asanas y relajación. Se han proporcionado herramientas para la conciencia corporal, el anclaje en el presente y la autorregulación nerviosa, así como prácticas respiratorias para equilibrar los estados fisiológicos y emocionales que podrán utilizar ante situaciones de crisis. Tras cada sesión, las participantes disfrutaron de un espacio donde conocer a las demás mujeres para compartir experiencias y sentirse escuchadas, creándose un vínculo entre ellas que puede extenderse más allá del taller.
La actividad fue un éxito de participación y tuvo una gran acogida, ya que todas las mujeres destacaron el bienestar experimentado en la sesión y coincidieron en la sensación de paz interna y tranquilidad que sentían una vez concluida la práctica. Además, les ha ayudado a reforzar su sentimiento de integración en la comunidad y a establecer redes relacionales que les permiten recuperar la normalidad en su vida cotidiana.