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La última reunión de los socios del proyecto Into-Active Europe, entre los que se encuentra Fundación Diagrama, tuvo lugar en Inglaterra. En el encuentro se debatieron las conclusiones de este estudio, que tiene como objetivo la mejora de la atención a personas dependientes, destacando la importancia de la formación de los cuidadores y la necesidad de que el desarrollo tecnológico tenga en cuenta el acceso a estas personas.
Los pasados 9 y 10 de abril tuvo lugar en la región de Kent, en el sureste de Inglaterra, el último encuentro entre socios del proyecto Into-Active Europe, financiado por la línea Grundtvig del Programa de Aprendizaje Permanente de la Comisión Europea. Mediante el intercambio de experiencias y el análisis de la situación de distintos países europeos, el proyecto busca mejorar los servicios de atención a personas dependientes por motivos de edad o discapacidad, promoviendo entre otros aspectos la formación y capacitación de los cuidadores profesionales.
A la reunión final acudieron representantes de todos los socios del proyecto: Fundación Diagrama (España), Action with Communities in Rural Kent (Reino Unido), Slovak Disability Council (Eslovaquia) y Seniors Handicapés Européens (Francia). En el encuentro se visitaron dos entidades que trabajan con personas dependientes y se debatieron las conclusiones del estudio.
La primera visita fue al Centro de Día de Tenterden, que ofrece ayuda a personas mayores y discapacitadas para que realicen sus actividades diarias, de forma que puedan tener una vida satisfactoria y mejorar sus relaciones sociales. Entre sus acciones se encuentran la organización de reuniones que mitiguen el aislamiento y de talleres de artesanía creativa en los que puedan desarrollar sus habilidades.
Por su parte, la organización Canterbury Oast Trust tiene como objetivo la integración social y laboral de personas con discapacidad, gestionando un total de 17 viviendas tuteladas dentro de sus recursos de promoción del empleo. Uno de estos es el Centro de Especies Raras de Ganado de Woodchurch, un servicio de producción ganadera, agraria y forestal que recibe más de 70.000 visitas al año, y en el que trabajan los usuarios de la entidad. La formación profesional que reciben en este centro las personas con discapacidad ha sido incluso reconocida por el sistema educativo británico, expidiendo certificados homologados a nivel nacional.
Además de estas visitas, se llevó a cabo una reunión de socios en la que se compararon las ayudas familiares para cuidadores informales en cada uno de los países participantes, así como el uso de las tecnologías de la información y la comunicación por parte de personas mayores y con discapacidad. Entre las conclusiones destacó la necesidad de que el desarrollo tecnológico tenga en cuenta el acceso a las personas dependientes, impidiendo así que se cree una barrera tecnológica.
