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Jornada de convivencia intergeneracional entre los jóvenes del centro ‘La Zarza’ (Abanilla) y los mayores de la residencia ‘Nuevo Azahar’ (Archena)

Fundación Diagrama organizó una jornada de convivencia entre los menores del centro educativo ‘La Zarza’, dependiente de la Consejería de Presidencia del Gobierno murciano, y los residentes de ‘Nuevo Azahar’. Los jóvenes y mayores atendidos en estos centros de la Fundación colaboraron en un taller de jardinería con el objetivo de fomentar la solidaridad y el intercambio de valores positivos entre ambas generaciones.

El pasado 26 de octubre tuvo lugar, en la residencia ‘Nuevo Azahar’ de Archena (Murcia), una jornada de convivencia intergeneracional entre los mayores residentes en este recurso y los jóvenes del centro educativo ‘La Zarza’ de Abanilla (Murcia). La actividad consistió en un taller de jardinería en el que todos los participantes colaboraron para trasplantar claveles y clavelinas en macetas. Los mayores aprovecharon la oportunidad para transmitirles a los chicos y chicas algunas de sus experiencias vitales para ayudarles en su proceso de desarrollo personal, al tiempo que ellos mismos se beneficiaron de los aspectos socializadores del contacto con las generaciones más jóvenes.

El objetivo de esta actividad conjunta es fomentar la solidaridad, el compañerismo y el apoyo mutuo entre colectivos de distinta generación, de manera que ambos resulten favorecidos en el intercambio de conocimientos. De esta forma, estos talleres impulsan el desarrollo de valores y actitudes positivos, actúan como elemento innovador para los residentes de los centros sociosanitarios, potencian la vida activa de los mayores, fomentan la sensibilización social de los menores hacia la vejez, promueven en las personas mayores el acercamiento a la comunidad y a los cambios culturales de la sociedad actual, y ofrecen a los menores actividades lúdico-formativas con las cuales se favorece la adquisición de nuevos conocimientos al tiempo que ponen en práctica sus habilidades sociales.

Durante esta jornada de convivencia, en la que todos los asistentes se mostraron muy participativos y que culminó con una merienda, los menores tomaron conciencia del día a día de las personas mayores y de lo que quiere decir ser y hacerse mayor, aprendiendo a valorar sus aspectos positivos como la madurez, la experiencia y la capacidad para transmitir los conocimientos adquiridos a lo largo de toda una vida. Por su parte, los jóvenes proporcionaron a los mayores una nueva perspectiva sobre la sociedad y los cambios producidos en ella, ayudándoles a mantenerse conectados con la actualidad y haciéndoles sentirse valorados gracias a la animada respuesta de los menores a la convivencia.