Las familias de los menores atendidos en el centro de acogida ‘Baix Maestrat’, dependiente de la Conselleria de Bienestar Social de la Generalitat Valenciana y gestionado por Fundación Diagrama, pudieron aprender diversas técnicas de manejo de las emociones y actitudes positivas en la última sesión del curso 2012-2013 de la Escuela de Padres de este centro.
El pasado mes de julio tuvo lugar la clausura de la segunda edición de la Escuela de Padres que se desarrolla en el centro de acogida de menores ‘Baix Maestrat’, situado en Vinaroz (Castellón). Este programa, fruto de la estrecha colaboración entre la Dirección Territorial de Bienestar Social de Castellón y los profesionales de Fundación Diagrama, ofrece a las familias diversas técnicas y herramientas para evitar que surjan situaciones de conflicto en el seno familiar e intervenir sobre las ya producidas, implicándoles así en la resolución de la problemática detectada en los menores atendidos.
Para la última sesión del curso 2012-2013 se contó con la colaboración de la técnico de la Dirección Territorial Vanesa Almela, especialista en inteligencia emocional, quien a través de dinámicas y ejercicios sobre la materia, permitió que los asistentes disfrutaran de una sesión repleta de emociones positivas y aprendieran a manejar de forma saludable sus sentimientos. Los familiares se mostraron muy satisfechos con la sesión, y manifestaron su interés en participar en la tercera edición de esta Escuela de Padres, que comenzará el próximo curso académico.
A lo largo del curso académico se han abordado temas relativos al desarrollo evolutivo y su influencia en el sistema familiar, las pautas educativas de los menores residentes, atención sociosanitaria y psicológica o comunicación en familia, entre otros. Se han llevado a cabo sesiones terapéuticas grupales en las que los padres de los jóvenes han realizado dinámicas de ejercicios, expresión de emociones y vivencias, refuerzo positivo y modificación de estrategias de afrontamiento a los conflictos paterno-filiales. De esta forma, se les ha ofrecido una intervención personalizada para sus necesidades, dando respuestas a aquellas preocupaciones que, como padres de adolescentes, pudiesen tener de cara al futuro retorno de los menores a sus hogares.