Un grupo de menores que cursan el PCPI de jardinería en el Centro Socioeducativo Juvenil de Cantabria, dependiente de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno cántabro y gestionado por Fundación Diagrama, participaron en una salida formativa para observar e identificar las especies naturales de la Finca Puente San Miguel, declarada Bien de Interés Cultural por sus jardines.
El pasado 30 de abril, los jóvenes que están cursando el Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) de Ayudante Técnico en Parques, Jardines y Viveros en el Centro Socioeducativo Juvenil de Cantabria, situado en Maliaño de Camargo, tomaron parte junto a sus educadores en una actividad lúdico-educativa en la Finca Puente San Miguel, ubicada cerca de Santander. Los menores pudieron aplicar los conocimientos adquiridos en el curso para observar e identificar distintas especies arbóreas de varios continentes en esta casona palaciega que data de la segunda mitad del siglo XX, y que fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico.
La variedad natural de esta finca se debe al antiguo propietario del terreno, Marcelino Sáenz de Sautuola, quien decidió introducir en el lugar numerosas especies exóticas, como pinsapos, secuoyas, magnolios, araucarias y cedros del Líbano, mezclándolas con otras autóctonas, como hayas, tilos, castaños y tejos. El guía de la finca explicó a los menores el gran valor botánico que supone esta diversidad de plantas, mostrándoles además el lago, los invernaderos y la huerta, donde aparte de las verduras se cultivan flores, arbustos y árboles que con el tiempo también serán parte del jardín. Tras recorrer dicho terreno, los chicos y chicas también pudieron pasear por el bosque adyacente, que dispone asimismo de una gran variedad vegetal.
La visita resultó de gran interés para el aprendizaje de los alumnos del PCPI, que se sintieron especialmente sorprendidos con algunos ejemplares singulares, como la mayor Magnolia Grandiflora L. de Europa; una Sequoia Sempervirens con un perímetro de 5.40 metros; o un cedro del Atlas que sobrepasa los 30 metros de altura, entre otros. De esta forma se fomenta la implicación de los menores en su proceso educativo y se promueve la adquisición de habilidades sociales y profesionales útiles para su futura integración sociolaboral.