Hablamos con Lorena López, antigua usuaria del Programa Labora de Huelva, contratado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía y desarrollado por Fundación Diagrama. Lorena ha sido contratada por la Fundación como técnico en el Piso de Emancipación y Autonomía Personal para Personas Jóvenes Extuteladas de Huelva. Además, estudia actualmente el último curso del Grado en Trabajo Social en la Universidad de Huelva y va a realizar sus prácticas curriculares en el citado Programa Labora. Charlamos con ella sobre su trayectoria, experiencia en la Fundación y perspectiva de futuro.
¿Cómo recuerdas el momento en el que te dijeron que te incorporabas al equipo de profesionales de Fundación Diagrama?
Partiendo de la base de que siempre he sido la más pequeña en los grupos de convivencia que he tenido, cuando me dijeron que a partir de cumplir los 16 me incorporaba a la Fundación Diagrama, fue un poco como ser consciente de que me estaba haciendo más mayor.
¿Y cómo fueron esos primeros momentos en el recurso?
Fueron extraños porque estaba como en la otra parte, veía todo desde la otra perspectiva. Aunque esto lo entiendo como una ventaja, porque puedes llegar a sentir lo que ellos y ellas sienten y las necesidades que pueden tener.
¿Cuáles son las labores que desarrollas en tu día a día?
La verdad es que hago un poco de todo. Primero lo que está estipulado, que eso es inamovible, pero luego cada día es diferente. Siempre lo planteo de una manera distinta, sin que afecte a la labor continua que se realiza en el recurso.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Poder ser partícipe de la vida de las personas atendidas. Me gusta el día a día, poder relacionarme con ellos y ellas y transmitirles las experiencias que yo he tenido, porque al final les puede resultar positivo, incluso aunque en este momento no le den la importancia que en un futuro puede tener.
¿En qué aspectos te gusta más incidir a la hora de desarrollar tu labor con los usuarios y usuarias?
Sobre todo, y es una cosa que he aprendido a lo largo de mi vida, en que aprovechen las oportunidades que tienen. Puede que piensen que en ese momento no sirve para nada, pero al final todo vale.
¿Cómo recuerdas tu paso por el Programa Labora?
Al principio no quería ir bajo ningún concepto, porque lo veía como más tarea en mi día a día. Con respecto a mi orientadora, Nuria, creo que teníamos una lucha constante, pero al final entré en razón y vi las oportunidades que me podían ofrecer desde el programa. Al final acabé teniendo una buena amistad con Nuria, a la que a día de hoy aprecio mucho, algo que veía impensable en aquel momento de mi vida.
¿Hasta qué punto te ha servido aquella etapa de cara a desarrollar tu trabajo en el presente?
Sobre todo para darle la importancia que debe tener en la vida de las personas jóvenes. También a ser muy organizada y meticulosa con la documentación. Son cosas que vas aprendiendo, no es normal que las personas con 16 o 18 años tengan las herramientas o conocimientos adecuados para realizar diversas gestiones administrativas, pero, sin lugar a dudas, el Programa me ayudó con este tipo de tareas que a día de hoy son muy necesarias.
¿Qué consejo le darías a todas las personas jóvenes que acaban de entrar en alguno de los centros y programas de Fundación Diagrama?
Que aprovechen las oportunidades. Cuando cumples los 18 años, tu vida cambia por completo, pasas de tener todo gestionado a verte sola por el mundo. Yo no tuve la suerte de contar con ningún recurso a esa edad, coincidió con las consecuencias de la crisis, pero hay que seguir. Por eso hago tanto hincapié en decir que se aprovechen las oportunidades.
¿Cuáles son tus expectativas de cara al futuro?
Primero y fundamental, terminar el Grado de Trabajo Social, que estoy a un paso. En un futuro espero tener la opción de seguir formándome y tener oportunidades laborales en este ámbito, porque realizo un trabajo que me gusta y disfruto.